Las demandas de ancho de banda son cada vez mayores, es una tendencia que no parará de crecer. Hasta hace no demasiado tiempo, existía una gran diferencia en cómo se sirven contenidos a un usuario conectado a una red móvil (3G y en menor medida, 4G), y usuarios conectados a conexiones con instalación fija (FTTH, fibra dedicada, DOCSIS, etc.), pero ante la proliferación de la calidad