La seguridad informática trata básicamente de asegurar la información. Esto incluye tanto la protección pasiva ante pérdidas accidentales (generalmente mediante copias de seguridad y copias redundantes) como la protección activa (antivirus, parches) para evitar que alguien acceda directa o indirectamente a esa información. Dado que es algo que nos rodea y nos incumbe a todos es bueno conocer –aunque sea a grandes rasgos– sus fundamentos y principales recomendaciones.