Cada vez más gente se apunta al movimiento BOYD («Trae tus propios dispositivos») para hacer más cómodo y eficiente el trabajo en las empresas. Muchos puestos de trabajo son simples mesas donde las personas llegan, conectan sus portátiles, teléfonos móviles o tabletas, acceden al Wi-Fi y están listas para trabajar. No hay que perder tiempo en sincronizaciones, cambiar de software o copiar archivos. Cualquier dispositivo sirve y todo queda guardado