El futuro del hosting (I)

Hace unos meses celebramos unos eventos sobre Cloud Computing en Bilbao y Barcelona en relación al mundo del hosting. Empezamos hablando de los productos que comercializamos relacionados con el alojamiento, pasamos por la evolución de cómo hemos ido evolucionando nuestros CPDs y a mi me tocaba hablar de cuál será el futuro. Aprovecho esta entrada para compartir mis previsiones y aprovecho para enrollarme en algún punto más.

 

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¿Cuál es el futuro ideal?

 

Lo primero es dejarnos llevar y soñar con el futuro: coches voladores, ordenadores que nos hablan, impresoras de comida, naves espaciales, nada de guerras, paz en el mundo, contacto con civilizaciones extraterrestres… Todo eso que con pocos años nos llevaba a decir «oh, a ver cuándo llega».

De esta visión y aplicado a nuestro ámbito surge el concepto de la utopía del hosting: aquello que le pedimos a los sistemas de alojamiento para sentirnos que trabajamos en el mañana. Y de este concepto salen tres pilares básicos que creo que son en los que hay que trabajar o se está trabajando ya:

• Repetibilidad
• Fiabilidad
• Sencillez

 

1.- Repetibilidad

 

Cuando nos ponemos a trabajar en algo, una de las cosas que más nos suelen fastidiar (a mí por lo menos) es tener que repetir el trabajo. «Medir dos veces y cortar una» es un buen dicho entre los carpinteros con mucha sabiduría en pocas palabras.

Una métrica que cuantifique el trabajo que evitamos repetir es la cantidad de frameworks que existen para evitarnos el trabajo y las labores que hacemos una y otra vez. De hecho, uno de los trabajos que nos lleva un montón de tiempo y que pensamos que es trabajo inútil es el de hacer funcionar nuestros desarrollos en distintos sistemas.

Si yo hago una web en mi ordenador, ¿por qué tengo que perder el tiempo investigando y probando cómo funciona con tal o cual proveedor? ¡Si la web ya está hecha!

Aquí entra en juego toda la parte de dependencias, librerías, versiones, etc. Un tema que nos trae de cabeza, ya que seguramente el proveedor no esté usando la misma versión con la que hemos hecho el desarrollo en local o usa algunos parámetros distintos que no terminan de funcionar con lo que hemos plasmado en nuestra implementación.

En un futuro ideal una vez hecho el desarrollo no tendríamos que hacer más que cambios mínimos para tener la web funcionando en cualquier sistema, sea un clúster de 20 servidores, una Raspberry PI, el portátil donde se ha hecho el desarrollo o un satélite en la órbita baja.

 

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2.- Fiabilidad

 

Prácticamente desde su concepción, Internet ha tratado de ser una red y un ecosistema abierto, donde distintos fabricantes y desarrolladores podían unir entre sí sus sistemas. El correo electrónico es un buen ejemplo de eso. O las RSS: ¿alguien se acuerda de ellas? Nunca te perdonaremos lo de gReader, Google…

   

Desde hace un tiempo se aprecia una tendencia a centralizar Internet que no tiene ni pies ni cabeza. El día en que he estado escribiendo este post ha estado media Internet sin funcionar. ¿La razón? Las DNS Ha habido un fallo en Cloudfare que se ha llevado por delante un montón de sitios. ¿Y cuándo falla Amazon? ¿Y las DNS de Google? ¿Y Facebook? No pudimos comunicarnos con la gente porque no funcionaba ni Facebook ni WhatsApp ni Instagram?

El problema de esto es que no puedes tener un plan B, porque implica casarte con otro sistema similar y cruzar los dedos para que uno no dependa del otro (difícil hoy en día en que todo está en el Cloud).

Esto no es lo que en los 90 nos vendieron que iba a ser Internet. No debería de ser así; deberíamos tener una tecnología que nos diese más fiabilidad, interconectada entre proveedores mediante estándares abiertos, no walled gardens.

¿En serio en el futuro vamos a tener que asumir que si falla un proveedor no podemos hacer otra cosa que encogernos de hombros?

 

3.- Sencillez

 

Monolitos, microservicios, micromonolitos, arquitectura hexagonal, event based… ¿Sigo?

Cada vez es más complicado empezar a trabajar en según que tecnologías. Para lo que antes era instalar un servicio de paquetería del sistema operativo y editar un par de archivos, hoy necesitas un curso para saber sólo cómo utilizar el sistema de dependencias. Buena suerte instalando un Sentry on premise con sus más de 20 servicios distintos «a la vieja usanza».

Cada vez nos dedicamos a poner más capas y abstracciones a los sistemas que montamos y/o al software que desarrollamos. Esto implica que buscar fallos y arreglarlos sea cada vez más complejo. Es lo mismo que he citado en el punto anterior sobre repetir trabajo: ¿cuántas veces has hecho el mismo formulario con tecnologías distintas sólo para añadir una nueva funcionalidad que te han pedido?

 

La realidad del hosting

 

Y aquí estamos, en una realidad que se parece más a Blade Runner que a Star Trek. Estamos viviendo en un presente distópico en vez de un futuro utópico.

   

En este presente es complicado cambiar de proveedor o estar seguros de que algo no vaya a fallar. O peor aún, que nos «hackeen» (que lo de la seguridad, con o sin cyber, sí que es ciencia-ficción y no el tricorder de la enfermera Chapel). Sin embargo no todo es tan negro como lo pinto, no daría para un post tan largo si no. Se han hecho (y se siguen haciendo) muchos avances en lo que sería el ecosistema del hosting.

Desde mi punto de vista estos son algunos de los problemas que nos impiden dedicarnos a lo que verdaderamente hacemos en nuestro día a día, bien sea instalar servidores, programar webs o gestionar documentos. En el próximo post compartiré las herramientas a nuestra disposición que nos acercan a ese futuro utópico que idealizamos. ¡Hasta la semana que viene!

 

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