5 decisiones sobre conectividad que tomarás en tu empresa en 2021

Es difícil anticipar todo lo que sucederá en un año como 2021, pero tras el desastre de 2020 mucha gente y un sinfín de organizaciones están replanteándose sus negocios y la forma de trabajar o disfrutar del ocio.

 

 

En un mundo en el que lo más cauto parece ser «quedarse en casa» las comunicaciones se convierten en algo vital. Esto está haciendo que algunas de las tecnologías de conectividad que estaban arrancando o se esperaban para más adelante vayan a aterrizar entre nosotros de forma acelerada. A continuación hago un resumen sobre algunas de las que pueden ser más relevantes de cara al año que estamos comenzando:

 

1. Adopción del 5G: más rápida todavía

 

Cada vez hay más fabricantes, ciudades y países sumándose al 5G. Es uno de los casos en los que la implantación puede ser más rápida de lo que se había calculado en un principio, aunque los inicios hayan sido lentos. Según un estudio ABI Research el 27% de los smartphones que se vendan en 2021 tendrán capacidades 5G, lo que acelerará la llegada de esta tecnología al público general.

Como suele suceder, los primeros usuarios no notarán mucha diferencia al principio, pero a medida que aumente el despliegue, más y más gente lo use y las infraestructuras se amplíen, comenzarán a sentirse sus ventajas, igual que sucedió con el 3G y el 4G en su día. Muchos de los sistemas que actualmente utilizan 4G, como la Fibra Segura, el acceso a aplicaciones en la nube o las apps que se benefician de baja latencia se volverán mucho más ágiles.

 

2. Nuevas aplicaciones para nuevos tiempos

 

Debido a la persistente pandemia global muchas organizaciones han tenido que reconsiderar sus operaciones cuando ha sido posible. Han florecido el teletrabajo y la educación a distancia gracias a las aplicaciones de videoconferencia. Lo mismo ha sucedido con la telemedicina, que se ha multiplicado por diez en algunos países como Estados Unidos e incluso con espectáculos como el teatro, que en algunos lugares ha pasado de ser presencial al streaming en directo. Además de eso, muchos negocios han acelerado la creación de tiendas de e-Commerce y multiplicado su presencia en las redes sociales a falta de otras posibilidades presenciales.

Para que todas estas aplicaciones funcionen correctamente, tanto las empresas como los usuarios particulares deben estar preparados con más ancho de banda, soluciones de conectividad más fiables y sobre todo más seguras. Para muchos negocios este año puede ser en el que decidan si continúan con una actividad presencial o pivotan definitivamente a una solución adaptada a las grandes redes de comunicaciones.

 

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3. Banda ancha por satélite: la red en cualquier lugar

 

Los satélites hacen posible acceder a las redes de comunicaciones desde cualquier punto del globo terráqueo, ya sea desde tierra, mar o incluso en los vuelos transoceánicos. Es algo importante en sectores como el transporte y especialmente en lugares remotos, poco poblados o con infraestructuras limitadas. Hasta ahora este método ha sido suficiente para la mayor parte de los usos, pero algunas de las nuevas constelaciones de satélites de baja órbita como Starlink, OneWeb y el Proyecto Kuiper de Amazon ya empiezan a ofrecer en pruebas banda ancha satelital a precios razonables (por ejemplo, 100 $/mes y 500 $ por el kit de la antena en el caso de Starlink). En las pruebas en Estados Unidos y Canadá se están obteniendo unos 50 Mbps en parajes aislados, que no están nada mal teniendo en cuenta que la alternativa es «no hay cobertura».

En la web Broadband for All via Satellite de la Unión Europea, dedicada a promover que se pueda acceder con banda ancha desde cualquier punto de Europa, puede comprobarse que España tiene una cobertura del 98% en banda ancha. Pero todavía hay un 2% de sitios donde vive gente y no hay banda ancha, que bien podrían beneficiarse de estas iniciativas. En otros países y en lugares remotos la situación es más complicada y las redes satelitales serán una estupenda opción allá donde no lleguen el 5G, el 4G, los radioenlaces o la fibra.

 

4. Comunicaciones seguras, ahora más que nunca

 

Muchas empresas están priorizando la seguridad de sus comunicaciones por encima de otros factores, algo que ya era importante y lo es cada vez más. Esto se debe a una combinación de factores: más normas y regulaciones legales, una mayor preocupación de los usuarios finales por su privacidad y seguridad y un número de amenazas crecientes.

Las empresas deben enfrentarse a los ciberataques que reciben de grupos cada vez más organizados y proteger no sólo su infraestructura, sino a cada uno de los individuos de la organización, que acceden desde múltiplos dispositivos. De este modo, veremos cómo elementos que antes eran opciones como las redes privadas virtuales (VPN), las llaves electrónicas o la autenticación de múltiples factores se vuelven algo común.

 

5. Más computación distribuida con la Edge Computing

 

Cada vez hay más dispositivos en la Internet de las Cosas (IoT) y la multiplicación de estas formas de acceso hace que las líneas de comunicaciones y los servidores de la nube tengan que exprimirse al límite. En estos casos la edge computing alivia la situación llevando a ciertos puntos de la red los mismos servicios que se pueden encontrar en la nube, tales como la capacidad de cómputo y el almacenamiento masivo.

Esta forma de computación es una evolución lógica de las Redes de Distribución de Contenidos (CDN) que surgieron con la explosión de la internet comercial a finales de los años 90 y la década de los 2000. En aquella época se liberó los servidores principales de las nuevas empresas de Internet de almacenar imágenes, vídeo y streamings de audio. Entre las principales características de la edge computing están una latencia mucho más baja y la posibilidad de utilizar todo tipo de dispositivos conectados como cachés y almacenamiento, lo que hace que se requieran medidas de seguridad adicionales.