Este vídeo de Motherboard muestra el aspecto de los edificios de playa en los que se conectan los cables submarinos de telecomunicaciones. El sitio parece remoto y deshabitado; el protagonista es el «responsable de mantenimiento marino» del lugar.
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Se trata de una playa de Dinamarca en la que se conecta el TAT-14 (Trans Atlatic Telephonecable), que es un cable que lleva funcionando desde 2001 y utiliza 4 pares de Fibra Óptica (dos son de respaldo). Mide más de 15.000 km porque tiene la peculiaridad de que cruza el Atlántico hasta Manasquan y Tuckerton (Nueva Jersey) en los Estados Unidos… y vuelve. De este modo, si se rompe uno de los cables, se pueden enviar los datos en el otro sentido y todo sigue funcionando. Un ping de ida y vuelta tarda unos 80 ms.
Los mayores peligros para los cables son las anclas y los barcos pesqueros, que causan el 90% de las roturas y problemas; el otro 10% lo causan tiburones. El cable conecta con tierra en un lugar bastante despoblado y relativamente poco protegido; en el suelo hay una tapa y ya está. Más allá queda el centro de datos con los routers y sistemas de alimentación, algo relativamente sencillo. Un detalle curioso es que el cable se adentra 500 metros bajo la arena de la playa hasta que reposa sobre el lecho marino.
Otra curiosidad es que en la playa hay un par de postes verticales con marcas, como dianas: si desde un barco en el mar se ven alineados quiere decir que el cable pasa exactamente por ahí debajo, en línea recta. Así que mejor no echar el ancla o las redes de pesca en ese lugar, algo que no siempre respetan los pescadores (aunque intentan mentalizarlos al respecto).
Según cuenta el responsable de mantenimiento marino, este sería el punto ideal para que una agencia de inteligencia pinchara el cable e hiciera una copia de todos los datos, «pero es difícil imaginar que hagan eso: no sería muy práctico, porque la cantidad de información que viaja es inmensa y tendrían que filtrar demasiado».
A punto de finalizar la instalación del primer cable transatlántico que conecta Virginia Beach (Virginia, EEUU) con Sopelana (Bilbao) pic.twitter.com/0KrCZ5WSXN
— Javier Villacañas (@atodochip) 1 de noviembre de 2017
Una instalación similar es la del cable MAREA que hay en la playa de Sopelana (Bizkaia), y que llega hasta la costa de Virginia (Estados Unidos). En total son 8.000 kilómetros de Fibra Óptica de última generación. Microsoft, Facebook, Telxius y otras empresas emplean su capacidad de casi 160 Tbps para mover tráfico entre Europa y América.
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