Málaga se ha convertido en las últimas décadas en uno de los principales focos del panorama tecnológico de España. No son pocas las veces que escucho que se refieran a ella como el Silicon Valley español o del Sur de Europa. Y no es ninguna exageración. El ambiente que se respira en los eventos a los que he asistido en Andalucía revela el ingenio y el ansia por desarrollar proyectos