Quizá pienses que el ecosistema informático de las tiendas de cualquier cadena de retail es algo sencillo: un TPV y poco más. Nada más lejos de la realidad, te lo puedo asegurar. Tengo la suerte de tener como clientes a varias cadenas de retail, desde supermercados a tiendas de ropa, y a algunas les he acompañado en su proceso de digitalización durante los últimos años.
Solicita una propuesta personalizada
En las redes del sector retail puedes encontrarte muchos elementos conectados y de naturaleza muy diversa: balanzas inteligentes, tótems de turnomatic, selfcheckers, TPVs , PDAs , etiquetas electrónicas… De este modo, debes lidiar con sus peculiaridades y necesidades de conectividad. Muchos de esos elementos hablan con el exterior de la tienda y las comunicaciones se vuelven críticas: no puede haber errores.
Toda obra realizada por el ser humano puede fallar; las comunicaciones de los puntos de venta no son una excepción. Por eso es fundamental considerar las líneas de respaldo.
Para trabajar con empresas de retail lo primero es hablar su idioma, entender su complejidad. Por ejemplo, en el caso de una cadena de distribución, es clave entender que lo principal en un supermercado es el cliente y su experiencia de compra. Si una caja se para, la consecuencia es un cliente enfadado que posiblemente no vuelva. Es decir, no sólo pierdes lo que lleva en su cesta, sino lo que hubiese comprado durante varios años.
Solicita asesoramiento en retail
Una peculiaridad del sector retail es el efecto multiplicador que está siempre presente. Si tienes que realizar un trabajo en un centro lo tienes que multiplicar por el número de sedes, y algo que de forma aislada parece pequeño, tiene unos costes importantes debido a que debe replicarse. Por ese motivo, es crucial ajustar los costes de cualquier servicio para avanzar con ellos.
El efecto multiplicador no sólo está presente en el plano económico. Lo habitual es que las sedes estén conectadas a redes corporativas que involuntariamente sirven de autopistas para la propagación de ataques informáticos. De este modo, si un dispositivo de un punto de venta tiene un problema, se puede convertir en un incidente mayor que acabará en un pequeño caos. La seguridad es, por lo tanto, un tema más importante si cabe para el retail.
Otro factor propio del sector retail es la dispersión geográfica y los horarios. Un despliegue puede convertirse en una pesadilla si no está bien planificado, incurriendo en costes importantes por falta de previsión. Además, las actuaciones que se lleven a cabo se deberán realizar en horarios que no interfieran con la actividad de los puntos de venta.
Las empresas de retail necesitan un compañero de viaje más que un mero proveedor de servicios. Un socio que tengan una visión global y pueda ofrecer un portafolio de servicios tecnológicos amplio para cubrir sus necesidades: conectividad, voz, Wi-Fi, alojamiento, ciberseguridad y que a la vez tenga un perfil integrador para poder incorporar nuevas tecnologías. En definitiva un partner tecnológico con todo lo que esto significa.
Enviar una respuesta
No hay comentarios