De forma reiterada vemos que la prensa habla de la neutralidad de la red. Se trata de un concepto que muchos usuarios de Internet aún no tienen claro debido a que dan por hecho que con Internet llegan a cualquier rincón de la red sin restricción.
Pues bien, esa accesibilidad universal de la red y la ausencia de restricciones es precisamente la “neutralidad” y si se habla de ella es porque hay intentos de limitarla por parte de los grandes operadores.
Imagina un país en el que toda la red de autopistas tiene una sola concesionaria, y esa empresa concesionaria es tan grande que además es propietaria de una compañía de transporte urgente. La lógica empresarial establecería un trato especial a la compañía de transporte propia con un carril exclusivo y gratuito en los peajes. El resto de compañías de transportes consideraría esto intolerable y, con razón, exigirían “neutralidad” en los peajes.
Si trasladamos el ejemplo de las autopistas a la circulación de datos en Internet hemos visto casos de operadoras que han prohibido la circulación del tráfico de la voz IP, o restringido el tráfico de Netflix, por citar un par de ejemplos. El conflicto surge porque los grandes operadores explotan a su vez la telefonía clásica o distribuyen canales de televisión. Cuando el que nos vende el acceso a Internet es exclusivamente un Proveedor de Servicios de Internet (ISP, en sus siglas en inglés), como es el caso de Sarenet, no hay conflicto de intereses.
Una red neutral es clave para gobiernos o gigantes de Internet
Es evidente que todos los que nos conectamos a Internet queremos acceso total y sin restricciones. Afortunadamente cada vez más gobiernos consideran el acceso a Internet como un servicio básico (como el agua o la electricidad) y, en consecuencia, sus organismos reguladores defienden los derechos de los usuarios frente a los intentos de cuestionar la neutralidad de la red. Concretamente, en Chile la Subsecretaria de Telecomunicaciones decretó que regalar el acceso a aplicaciones concretas de Internet violaba las leyes de neutralidad de la red y por lo tanto, prohibió esta práctica.
Por otro lado, los gigantes de Internet (Google, Microsoft, Facebook y Amazon), ante la amenaza de que los operadores acaben cobrándoles un peaje extra, han comenzado a desplegar infraestructura de transporte de Internet internacional (ver gráfico). ¡Confiemos en que no acaben limitando el tráfico ajeno en dicha infraestructura!
Los oligopolios no son buenos para la competencia y sin competencia los usuarios salimos perjudicados. Es por eso que yo prefiero trabajar con un banco pequeño y comprar en una tienda de productos locales. Y por la misma razón siempre recomiendo contratar internet con un Proveedor de Servicios de Internet independiente.
Muchas gracias a German Tools por diseñar el gráfico que acompaña este artículo y a BEZ por permitirnos utilizarlo. Y si te interesa el tema, ¡no te pierdas el artículo escrito en BEZ por Carlos Hidalgo sobre el fin de la neutralidad en la red!
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