Cuando en un mercado existen solo unos pocos oferentes de un producto, se deriva hacia un oligopolio, con su perjudicial tendencia a pactar precios al alza. En este supuesto, nos encontraríamos con un escenario nada deseable: un país con excelentes infraestructuras pero cuyos beneficios se quedan en el oligopolio y no llegan a sus destinatarios: usuarios domésticos y, sobre todo, empresas, que serían mucho más competitivas, con unos servicios de telecomunicaciones más baratos. Por tanto, por muy