Siempre he oído en mi casa que ¨ni el Papa es infalible¨ así que jamás me habréis oído que los servicios que ofrecemos lo sean. Por desgracia, cada varios años se cumplen las leyes de Murphy y lo que podía torcerse, se tuerce, y todo acaba fallando. A nadie le gusta hablar de estos minutos interminables en los que el teléfono no para de sonar, pero creo que es interesante