De una forma u otra todos los sectores de la sociedad y la economía llevan años concienciados en un aspecto: el ahorro energético. No se trata sólo de una decisión que tenga que ver con el puro ahorro de costes, sino también con una optimización de los recursos comunes y una preocupación por el bienestar general y la sostenibilidad del planeta. La energía no es precisamente barata, pero también sabemos