Que vivimos una verdadera epidemia de ciberataques no es ningún secreto. La situación de hecho es catastrófica y el fruto de muchos años de evolución tecnológica en forma de huida hacia adelante. Al usuario se le bombardea con tecnicismos y, lo que es peor, se culpabiliza a la víctima mientras la industria se pone de perfil proponiendo más y más medidas que disimulan la raíz del problema: el software que