¿Existe el sistema automático de alta disponibilidad perfecto? No, pero existen algunos procedimientos que te permiten aproximarte lo máximo posible.
Por lo general, los sistema de alta disponibilidad se basan en uno o varios niveles o capas del modelo OSI. Así, todos se ocupan de una tarea en particular. Por ejemplo, analizan si una web responde, o inspeccionan si un servicio de un servidor está caído.
Estás en tu oficina de Sevilla y desde el ordenador quieres ver la web de tu negocio, que está alojada en un CPD de Barcelona. Parece algo sencillo: la web está en Cloud y tu conexión de Fibra Óptica no se queda corta en megas. ¿Algo puede salir mal? Este ejemplo sirve para ver cómo se pueden aplicar los distintos niveles de alta disponibilidad. ¡Vamos allá!
La alta disponibilidad comienza en tu oficina
Hay algunos puntos de fallo que son únicos y no es posible hacer nada para contar con un respaldo. Es el caso del cable de red del ordenador. ¿Te conectas con dos cables de red al mismo tiempo? Si el cable se estropea tendrás que cambiarlo, no te quedará otra.
No ocurre lo mismo con una conexión Wi-Fi. Puedes contar con varios puntos de acceso en tu negocio. Así, si uno de los puntos se cae, tu conexión se mantendrá mediante las redes auxiliares.
El cable de red funciona; la red Wi-Fi también. Ahora tu petición tiene que llegar al router. ¿Sólo tienes uno? ¿Qué harías si de un momento a otro deja de funcionar o la conexión de Fibra Óptica sufre un corte? Dos routers con tecnologías distintas (FTTH y 4G, por ejemplo) pueden sacarte de un apuro y evitar que tu negocio se pare. Además, un backup automático entre ellos garantizará que, en caso de que el router principal no funcione, se pueda seguir cursando el tráfico.
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Si el router funciona correctamente, la petición tendrá que atravesar el backbone del proveedor hasta llegar al CPD en el que se encuentra el Cloud en el que está alojada tu web. En estos casos es fundamental que tu proveedor cuente con N+1 enlaces entre CPDs. De este modo, evitará posibles caídas y peticiones como la tuya tendrán múltiples caminos para llegar a su destino.
Es vital disponer de un sistema replicado en el Cloud con varias frontales, bases de datos, etc. De este modo, el primer elemento que recibe tu petición es el balanceador, que controlará que ésta llegue a un servidor web que funciona. El servidor web necesitará contar con dos sistemas extra para controlar que todos los servicios estén en funcionamiento, respondan a las peticiones y estén debidamente configurados.
Bien porque cuentes con una tienda online o porque no quieras perder una sola oportunidad de negocio, es posible que, en este ejemplo, la página web sea vital para tu empresa. Así, probablemente sea importante contar con una web con el máximo de disponibilidad posible. De este modo, tu proveedor deberá poner a tu disposición un panel de monitorización avanzada con el que puedas gestionar distintos snapshots manuales o automáticos del equipo, o un backup externo en otro CPD para poder recuperar tu información en caso de desastre.
Tu petición finaliza en el servidor del Cloud donde se encuentra tu página web. Es crucial que los servidores que componen el Cloud tengan doble fuente de alimentación conectada a regletas eléctricas diferentes, varios discos duros redundados, y distintos enlaces a los switches del CPD.
Puedes contar con un sistema de alta disponibilidad prácticamente sin darte cuenta, en cada una de las fases de tu conexión:
- En la conexión de tu oficina.
- En la salida a Internet.
- En tu proveedor de Internet.
- En el sistema de tu web.
- En tu proveedor de Cloud.
¿Te ofrece tu proveedor actual las medidas necesarias para alcanzar la máxima disponibilidad en cada uno de estos niveles?
Créditos de las imágenes:
Imagen del Modelo OSI de Wikipedia, de dominio público.
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