Durante muchos años la única forma de distribuir cierto tipo de contenidos dentro de las empresas era de forma presencial, en el tablón de anuncios o a través de un correo electrónico con copia a «todos». Cursos de formación, charlas de estrategia, adelanto de nuevas campañas… Se reunía a la gente en una sala un mismo día a una misma hora y veían y escuchaban lo mismo (si algo no