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La cantidad de información que se mueve en Internet no deja de crecer y lo sigue haciendo a buen ritmo. Un reciente informe de Cisco, que fabrica muchos de los equipos de telecomunicaciones esenciales para construir las redes, lo describe con cifras y previsiones. Se trata del Cisco Visual Networking Index (VNI) donde se da buena cuenta de las cifras se manejan hoy en día y cuáles son las previsiones a futuro, con algunos datos sorprendentes, en ocasiones difíciles de imaginar.
El dato más impactante del informe de Cisco es que se calcula que para 2022 haya tanto tráfico circulando por Internet como el que se ha acumulado en los últimos 32 años de la red (hasta 2016).
¿A qué se debe esta voracidad en el tráfico que circula por las redes? La primera razón del crecimiento es que cada vez más y más personas se conectan a Internet. Según el VNI, en 2022 el 60% de la población mundial estará conectada a Internet. En España, en concreto, pasaremos del 71% actual a un 74% de personas conectadas, con un promedio de unos 7 dispositivos por persona (ahora son 4) hasta alcanzar unos 344 millones de dispositivos. Estos aparatos conectados incluyen desde los ordenadores a los teléfonos móviles, tabletas, relojes o televisores inteligentes, entre otros que pueda haber en los hogares y las empresas.
Otra razón es para qué se usan esa conexiones. Para cada vez más personas internet es la forma más natural de acceder a canales para ver películas, series, deportes y todo tipo de emisiones en directo o mediante suscripción. Los videojuegos, canales de música y aplicaciones de vídeo y realidad virtual son también grandes generadores de información y tráfico. El informe del VNI calcula que el tráfico de vídeo se multiplicará por 4 para el año 2022 y supondrá entonces el 82% del total del tráfico IP. En España será algo menos (79%) pero creciendo a gran ritmo desde desde el 67% actual.
¿Por qué el vídeo supone una parte tan relevante del tráfico? En buena parte porque los Netflix, HBO, Amazon Video y servicios similares están reemplazando a la televisión tradicional: cada espectador elige qué ver y cuándo verlo, lo que requiere enviárselo casi «personalmente». YouTube es otro fenómeno aparte, con clips por lo general más cortos pero de consumo continuo a lo largo del día, completamente a elección personal. Todos estos contenidos multimedia aumentan en requerimientos técnicos año tras año: hasta hace poco la TV/vídeo a calidad 720p/HD era aceptable, pero con televisores Full-HD 1080 y 4K, ¿quién se confirma con «baja calidad»? Una emisión 4K requiere casi cuatro veces más transferencia de datos que una 1080 HD, y las de 8K otras cuatro veces más, x16 veces la del estándar HD.
Para poder disfrutar de todos estos contenidos a buena calidad se necesita también una mayor velocidad de conexión: hay que transferir muchos datos y hacerlo rápido. Las previsiones son optimistas tanto para la banda ancha de Fibra Óptica, que multiplicará la velocidad promedio (pasando en España de 50 Mbps a 115 Mbps) como para el Wi-Fi, que hará otro tanto pasando de 24 a 96 Mbps de promedio, gracias a nuevos estándares como el Wi-Fi 6 y siguientes ya en desarrollo.
Un detalle interesante del estudio es que también deja entrever el papel tan relevante que la Internet de la Cosas (IoT) supondrá en el tráfico global del futuro. Para 2022 se calcula que la mitad de todas las conexiones globales serán del tipo Máquina-a-Máquina (M2M), con 14.600 millones de accesorios y dispositivos conectados, desde bombillas a alarmas o etiquetas de seguimiento logístico.
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A veces es tan difícil entender la magnitud de estas cifras que se emplean términos a los que ni siquiera estamos muy acostumbrados. Pero basta recordar que las unidades «saltan» de mil en mil. Y que al igual que una foto de buena calidad puede ocupar un megabyte y mil megabytes son un gigabyte, mil gigabytes son un terabyte (un disco duro de tamaño razonable para un ordenador personal). Más allá están el exabyte (mil terabytes) y el zettabyte (mil exabytes o un millón de terabytes).
Estas unidades representan tanto almacenamiento como datos transferidos; por ejemplo los GB de los contratos de telefonía móvil utilizan estas unidades para el consumo mensual. Actualmente el consumo promedio por persona a nivel mundial (en casa + móvil) es de unos 29 GB mensuales, y de unos 82 GB/mes por hogar. En Estados Unidos, por ejemplo, empresas como ComCast han desvelado que sus clientes consumen ya 200 GB de promedio en las conexiones de fibra, y que un 4 por ciento de los usuarios ya pasan 1 terabyte mensual. Eso marca la tendencia del futuro.
El espectáculo global es abrumador: actualmente hay un tráfico IP global de unos 122 exabytes mensuales en toda la red, que aumentará hasta 396 exabytes mensuales en 2022. Esto supondrá 4,8 zettabytes anuales para 2022 . En España las cifras son más modestas, pero aun así pasaremos de 1,4 exabytes mensuales a 4,4 exabytes/mes o 53 exabytes anuales en 2022. Una particularidad de estas cifras es que el tráfico de la red no es igual a todas horas, tiene sus «horas pico» y «horas valle». A este respecto se prevé que las horas puntas alcancen 7,2 petabytes por segundo globalmente dentro de cinco años. En España alcanzaremos en 2022 los 81 terabytes por segundo, una velocidad de vértigo para la que tanto particulares como empresas, proveedores y operadoras han de estar preparados.
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