El Internet de las Cosas (IoT), marketing online, Growth Hacking... son conceptos que hasta ahora hemos…
La Internet de las Cosas (IoT) ha transformado muchos negocios y también muchas marcas. Acostumbradas a fórmulas tradicionales de las que era difícil salir, algunas de ellas no tenían mucho más allá que ofrecer en los últimos tiempos. Pero la competitividad del mercado y la necesidad de diferenciarse les ha hecho evolucionar, en ocasiones gracias a un cambio tecnológico. He aquí algunos ejemplos de algunas de estas marcas y negocios que han recibido un impulso –y en ocasiones incluso «revivido»– gracias al Internet de las Cosas.
Descubre cómo puede beneficiarse tu negocio de la IoT
ADT es una empresa de seguridad que lleva 145 años protegiendo negocios y hogares. Fundada en Estados Unidos, opera en más de 150 países y desde hace años se ha renovado utilizando el concepto de la «seguridad inteligente» (Smart Security) y la IoT en sus productos. Al ser una empresa de seguridad busca sobre todo la fiabilidad, de modo que para empezar incluye sistemas de respaldo eléctricos para todos los sensores y cámaras que se instalan.
La IoT permite controlar los diferentes dispositivos mediante asistentes inteligentes como Alexa, Google o Siri, que todo el mundo conoce. Esa facilidad de uso es importante, porque los sistemas de seguridad en algunas instalaciones pueden ser de hasta 250 tipos de dispositivos: termostatos, luces, detectores de incendios, ventanas, CO2… Pero además de eso ADT ha sabido expandirse a otras áreas para crear dispositivos de asistencia en carretera, monitorización de familiares, detección de colisiones y similares. Diversas formas de ampliar la idea de «seguridad» a otros ámbitos gracias a la tecnología.
Ya en 2015 los analistas de McKinsey intentaban separar el trigo de la paja en un informe [La Internet de las Cosas: un mapa del valor frente al «bombo y platillo»] en el que se apuntaba a ideas como las de los coches conectados, donde todo tipo de dispositivos del IoT permitirían diagnosticar fallos en diversos componentes, hacer seguimiento de los vehículos en caso de robo, incorporar nuevas formas de entretenimiento y nuevos modelos de negocio (mantenimiento, precios dinámicos, optimización de flotas). Marcas como Ford, General Motors y Toyota hicieron una gran apuesta por la IoT; otras como Tesla son prácticamente nativas de ese mundo y han llegado a considerarse más una «plataforma de la IoT y la inteligencia artificial con ruedas» que un producto de la industria automovilística: sus coches se «arreglan solos» (mediante actualizaciones de software) mejorando la conducción automática, el rendimiento de las baterías y las opciones de seguridad y confort de los pasajeros.
Haz crecer tu negocio con la IoT
Eso es lo que hizo Philips hace ahora una década con las Philips Hue, bombillas inteligentes capaces de cambiar de color y activarse y desactivarse sin cables. Aunque ahora son algo común y corriente en el mercado, fueron toda una pequeña revolución en su época. Y lo que al principio era simplemente una bombilla de colores ahora es una bombilla que se puede controlar mediante una app o mediante voz, que puede conectarse con otras bombillas de la casa, como tiras de leds decorativas o apliques que pueden adaptarse e iluminar de forma inteligente cualquier estancia según el entorno. Una de las demostraciones más sencillas sobre cómo puede transformar la IoT un sencillo y conocido producto.
La historia de Virgin Atlantic es agridulce. La famosa aerolínea británica dirigida por Richard Branson tuvo varias décadas de altibajos, como sucedió a la industria aeronaútica en general. En 2019 anunciaron que harían de la IoT una de sus principales características, adaptando sus aviones para que fueran «aviones de la IoT» con todo tipo de datos fluyendo de un lado a otro. En cada vuelo se generan unos 300 GB de datos y esa información resulta sumamente útil tanto para las labores de mantenimiento como para las operaciones, con reducciones de un 20 por ciento en los retrasos, un menor consumo de combustible e incluso un mayor atractivo en el entretenimiento de cabina. Por desgracia la pandemia de la Covid–19 en 2020 mandó su negocio al traste: Virgin Atlantic tuvo que reducir la plantilla, vender parte de su flota e incluso declarar bancarrota hasta poder recuperarse para continuar operando; sus vuelos de momento siguen en activo.
Aunque parezca increíble, también marcas de bebidas aparentemente nada relacionadas con el mundo tecnológico se renovaron gracias a la IoT. Sin ir más lejos, Johnnie Walker y Patrón Tequila, dos bebidas alcohólicas consideradas lujosas marcas de las más reconocibles, anunciaron su acercamiento a la IoT mediante una fórmula curiosa: apps y packaging relacionados con la marca y sus nuevas «posibilidades», como por ejemplo acceder a recetas de cóckteles y recomendaciones de acompañamientos para disfrutar mejor de las bebidas.
Johnnie Walker se concentró en mejorar la experiencia de sus botellas como productos de regalo, con contenidos interactivos y personalización, mejorando la cadena de suministro a pesar de las dificultades que eso suponía. Y en la web del Tequila Patrón se puede ver cómo integraron la marca con los asistentes de voz de Google y Amazon (Alexa/Echo) para recibir instrucciones, mostrar vídeos y consejos. En el caso de Patrón también han puesto un pie en el mundillo de las colecciones de NFTs, una especie de «coleccionables digitales» de imágenes de la marca y sus ediciones limitadas. Más a la última no se puede estar.
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