Como ya anunciamos hace poco, este fin de semana del 22 al 25 de julio…
Como no podía ser de otra manera, este año he repetido mi visita a la Euskal Encounter, que celebraba su 26ª edición una vez más en el BEC. Las fechas de esta edición han sido del 26 al 29 de julio, siendo el 25 el día conocido como «pre-party».
Como de costumbre, ¡será un post con bastante material gráfico!
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Aunque la party se inaugura oficialmente el día 26, el día anterior por la tarde ya es posible el acceso al partyplace y por lo general, tanto la red como la electricidad están ya funcionando. Es un día de cargar con material desde el coche y de hacer colas tanto para acreditarse como para acceder al recinto, aunque en los últimos años se ha mejorado bastante habilitando el acceso a través de otros pabellones.
Tras comentarlo con el amigo con el comparto coche para ir, decidimos no pasarnos ese día para evitar las colas y poder estar un poco más descansados, que tenemos ya una edad (¡con este son ya 14 años asistiendo de forma ininterrumpida!) 🙂
Postdata: los arrays empiezan en 0.
El jueves por la mañana, tras cargar el coche con pantallas (el coche de la foto no es el mío :P), ordenadores, bebidas con extra de cafeína y un cojín, llegué al BEC esperando dar un par de vueltas intentando aparcar, sin embargo, parece que los dioses me sonrieron y tuve suerte, cogiendo sitio para aparcar justo en la puerta del ascensor (suerte que se repitió el resto de días) y, lo mejor de todo, sin ningún tipo de cola. Ya en el parking se empezaba a ver el frikismo que no puede faltar en la Euskal. 🙂
Tras acreditarme (gracias como siempre a la persona de acreditación que me atendió 15 minutos antes de la hora en que abrían) y hacer un par de viajes al coche empecé a instalarme en el sitio. De mi grupo, que este año éramos 6, había dos que habían llegado el día anterior, uno se había levantado a las 7 y otro había ido a dormir a las 7, todo normal.
Hasta las 13 no era la inauguración oficial así que aprovechando que la gente está aún dormida y que la party está tranquila es el momento de darse un paseo y ver cuál ha sido la disposición de este año, saber dónde está sentada la gente que conoces de otros años, saludar a la gente de la ORG que aún no están a tope, etc… Es un poco la calma antes de la tormenta. Aproveché también para comprar a otro usuario un objetivo para la cámara de fotos, muchas de las fotos de este post están hechas con el mismo.
Para la inauguración la ORG decidió mezclar una vez más lo nuevo y lo tradicional:
Tras el fin del concierto ¡tocaba empezar a moverse! Como yo no soy de jugar me volqué en el resto de las actividades que ofrece la Euskal: charlas, talleres, realidad virtual, hablar con la gente, quejarse del volumen de los altavoces… me acerqué a pelearme contra el Demogorgon en el upside down y a ver un taller de Eneko Astorquiza y Álvaro Alonso sobre pentesting y sistemas de intrusión ¡muy didáctica! Aunque me hubiese gustado participar, las plazas eran muy limitadas y no pude apuntarme a tiempo (posiblemente estaría jugando a la recreativa del World Rally en la zona de Retroacción).
Ese día me fui pronto a casa, sobre la 1am. ¡La party no había hecho más que empezar y había que reservar fuerzas!
Prácticamente la mañana del viernes 27 la pasé en el Opengune y Gamegune, la zona de acceso libre para visitantes que este año estaba mejor que nunca, un poco más de la mitad del pabellón 3 del BEC estaba dedicada a ella:
No me resistí a montar en ala delta ni a ver lo paciente que es la gente manejando su coche de radio control, comprar alguna pegatina extra para el portátil y por supuesto, a jugar unas partidas al Crazy Taxi de Dreamcast. 🙂 Intenté sacar alguna foto de las carreras de drones pero me fue prácticamente imposible.
Por la tarde me tiré unas cuantas horas pegado a la pantalla intentando descifrar los secretos de las animaciones en CSS para un proyecto personal, y aunque me costó, conseguí hacer lo que quería (más o menos, nunca haces lo que quieres en CSS, si no que haces lo que CSS quiere).
Por la noche ya empezaron las finales en la pantalla grande. La del Tekken 7 no quise perdérmela (la del PES ya no me interesaba tanto :D), así como algunas proyecciones de Demoscene ¿o esas fueron el día anterior? Se mezcla todo al final. 🙂
Cuando la cafeína empezó a dejar de hacer efecto tocaba la retirada (y además echamos de menos a Gandalf y sobre todo, al peluchito), además a primera hora del día siguiente un amigo daba una conferencia y tenía que estar en primera fila.
Tras la ducha diaria rejuvenecedora llegué a la party sobre las 10, la charla que no me quería perder era la de Fernando Rada y Miguel Ángel Horna sobre el desarrollo y posterior emulación del magnífico arcade World Rally dentro de M.A.M.E.
Fernando explicó con gran detalle cómo se desarrolló este auténtico hit de Gaelco/Zigurat (¡no se que haces leyendo este post si no te has pasado un par de tardes dejándote la paga en ese juegazo!), cómo funcionaban las «ayudas» a la conducción, la relación con Carlos Sainz (que justo pasó a Lancia al sacar el juego y ¡tuvieron que taparle la cara… con el casco de moto del propio Fernando!). ¡Incluso se trajo la maqueta original que utilizaron para digitalizar en el juego! Mi yo de 12 años no pudo evitar saludar posteriormente a Fernando y darle las gracias por ese magnífico juego.
Miguel Ángel explicó el duro proceso de emulación del juego, debido al uso por parte de Gaelco de sistemas anti-copia en el hardware de la recreativa original, como dijo en la charla «A más de una empresa le gustaría que sus sistemas de protección durasen 25 años sin romperse». Un duro trabajo que, aunque necesitó un poco de ayuda externa, llegó a buen puerto y ha servido para poder preservar este trocito de la historia del software de este país.
Como viene siendo habitual y aprovechando que la Euskal se celebra en Bilbao, siempre salimos de pintxos por el Casco Viejo el sábado, y como este año coincidía con la charla aprovechamos la tarde para ello. No, no voy a poner fotos de los pintxos (para eso ya existe Instagram :P) pero decir que como siempre, viene bien estirar las piernas y levantar la cabeza de la pantalla de vez en cuando.
Tras volver de los pintxos a la noche, tocaban más finales, la de Dragon Ball FighterZ me gustó especialmente, ya que no conocía a fondo el juego y, como fan de DB y de los juegos de lucha, no hay mejor momento para disfrutar que rodeado de gente que está viviendo la partida: podía notarse la tensión de los finalistas y la emoción del público.
Tras las finales, hacerme con una cantidad obscena de camisetas del Fornite y terminarme las reservas de Coca-Cola y RedBull, tocaba volver a casa a descansar algo.
El último día de la party es seguramente el más triste ya que ves como la gente (con cara de no haber dormido mucho, lo cual agrava la situación) se despide de sus compañeros de grupo, carga con sus bártulos, empuja sus sillas… La entrega de premios siempre anima, e incluso este año había algo de animación extra con un grupo de … ¡pole dancing!
Ha sido una party cargada de actividades para realizar tanto delante del ordenador como AFK e IRL, se nota que la ORG escucha a los usuarios e intenta adaptarse a lo que les piden (aunque no siempre salgan bien, es difícil contentar a más de 5.000 personas), la Euskal ha sido siempre un sitio donde probar cosas nuevas, ¡no deja de ser una fiesta!
Según escribía esta entrada han anunciado las fechas de la edición de año que viene, así que ya las he marcado en el calendario de vacaciones. 🙂
Os dejo con una galería de fotos del evento.
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