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Muchas son las novedades que Apple ha presentado en su flamante WWDC del pasado 5 de junio. Entre las más celebradas están los nuevos equipos iMac Pro y iPad Pro pero, sin lugar a dudas, en una feria como esta el grueso de las mejoras de Apple las encontramos en el software, ya que ha anunciado nuevos sistemas operativos para la práctica totalidad de sus dispositivos.
Además de watchOS 4, el sistema operativo de sus afamados Apple Watch, Apple ha presentado el nuevo buque insignia: iOS 11.
El propósito principal de Apple desde hace algunas versiones de todos sus sistemas operativos es la convergencia de servicios, apariencias y formas de uso entre todos sus dispositivos, independientemente de qué sistema operativo usen.
Con iOS 11 se destierran definitivamente las aplicaciones de 32 bits y, en especial, se dotará de todas las capacidades a los nuevos iPad Pro para competir de tú a tú con esta gama de tablets profesionales que pretenden ser una alternativa real a la productividad de un ordenador portátil, pero mucho más ligeras. Hasta ahora, en este segmento del mercado, de nuevo en alza, el líder casi indiscutible era la Surface de Microsoft pero, como era de esperar, Apple no podía quedarse a la zaga.
En esencia, las mejoras de iOS 11 en estos dispositivos consisten en darles la facilidad de uso de un sistema operativo de un equipo de escritorio, con un explorador de archivos nativo, una barra de tareas o dock similar al del macOS y unas capacidades multitarea muy mejoradas.
Es por esto que se espera que iOS 11 vaya a suponer una verdadera revolución en los dispositivos móviles de Apple como pocas hasta la fecha.
Otra de las grandes novedades es la versión 10.13 de macOS, apodada High Sierra. Además de las previsibles mejoras en aplicaciones como Fotos, App Store y demás, nos centraremos en las más interesantes.
La compresión de vídeo abandona el códec H.264 para adoptar HEVC o H.265 que promete una mejora de hasta el 40% en la compresión de vídeo sin detrimento de la calidad, algo muy útil de cara a la implantación definitiva del 4K como resolución habitual.
Otra mejora es Metal 2, que se llevaba reclamando mucho tiempo desde la comunidad gráfica profesional y la comunidad gamer al unísono. Metal 2 es una tecnología que facilita el acceso a los recursos gráficos del equipo y que, incluso, facilita la adición de una tarjeta gráfica, o GPU, externa. Esto ha dado pie a algo que me parece una solución sencillamente genial: monitores con GPU integrada.
En la mayoría de casos, un ordenador portátil no requiere de una potencia gráfica exagerada, y menos cuando no está conectado a una fuente de corriente externa. Hasta ahora la solución era dotar de dos tarjetas gráficas al ordenador, una normalmente integrada de menor rendimiento y consumo, y otra con chip y memorias dedicadas que normalmente se usarán junto a un monitor externo, conectada a la red eléctrica, etc. para trabajar o jugar, digamos, en formato sobremesa.
Por lo tanto, si Metal 2, como promete, permite salvar el cuello de botella que suponen los interfaces de conexiones externas, podríamos empezar a ver un auge importante en el mercado de las GPU externas, algo que ya existe pero de manera casi anecdótica. Esto es debido a que requiere de una caja con interfaz de GPU interna, una fuente de alimentación extra y la conexión al ordenador en cuestión. Por este motivo, los monitores con GPU integrada me parecen, simplemente, una solución perfecta.
Y llegamos a la que nos ha parecido la novedad más destacable de este nuevo High Sierra y, prácticamente, de todo el WWDC: APFS.
En primer lugar, porque es un sistema de ficheros optimizado especialmente para discos SSD y arquitectura de 64 bits, mejorando sobremanera la seguridad del cifrado de datos, punto que siempre es motivo de quejas para casi cualquier sistema de archivos.
Otro de los puntos fuertes del APFS es el ahorro de espacio gracias al “versionado” de archivos. Es decir, hasta ahora si queríamos tener varias versiones de, imaginemos, una foto retocada, teníamos que hacer tres copias de esa misma foto en varios archivos y trabajar sobre ellos. Con APFS el sistema de archivos puede trabajar sobre las diferentes versiones con un solo archivo y sus distintos metadatos, y de esa manera ahorrar espacio.
Y precisamente estos metadatos permiten una mejora sustancial de cara a la recuperación de errores en situaciones críticas como errores de escritura, apagones y demás, algo que hasta ahora venía haciendo el conocido journaling de HFS+.
Cambiar el sistema de archivos de un disco duro implica, necesariamente, formatearlo pero, pese a lo que pudiera parecer este proceso puede ser transparente al usuario. ¿Es posible? Rotundamente sí, ya que Apple ha implantando el APFS en todos los dispositivos iOS al actualizarse a iOS 10.3 sin que el usuario se diese cuenta de nada. Es decir, que si tienes un iPhone o iPad actualizado a iOS 10.3, ya estás utilizando APFS y tu dispositivo ha sido formateado en el proceso sin perder un solo dato. Este puede ser el motivo por el que algunos usuarios hayan indicado que han recuperado un par de GB de almacenamiento al actualizar.
Al tratarse iOS de un estándar cerrado, se tiene mucho control sobre todo lo que ocurre en él y quizá esto haya facilitado la reconversión de HFS+ a APFS. No obstante, en el caso de macOS hay muchísimas más variables a tener en cuenta y, según se rumorea, la actualización a APFS será recomendada pero opcional. De hecho, APFS ya está disponible en macOS Sierra de manera experimental y casi oculta, por lo que os invitamos a esperar a la actualización a High Sierra prevista en otoño para saborear los beneficios del nuevo sistema de archivos de Apple.
En cualquier caso, el desarrollo de un nuevo sistema de archivos es muy delicado y, para hacernos una idea, se bromea con WinFS, un sistema de archivos que Microsoft empezó a desarrollar a principios de los 90. Tanto se fue retrasando que, debía ser una de las características principales de Widows Longhorn, el sustituto innovador de XP que, con más o menos fortuna, acabó siendo Vista. Por supuesto, WinFS no llegó a la versión final y el proyecto fue suspendido en 2006. Se intentó revivir de nuevo con Windows 7, para terminar siendo descartado una vez más. Cada poco tiempo aparecen rumores por Internet sobre WinFS, pero ninguno termina de confirmarse.
Volviendo con Apple, como siempre que se pasa por un proceso de actualización mayor del sistema operativo, es imprescindible contar con una buena copia de seguridad de todo nuestro equipo, pero si además esto implica cambiar el sistema de archivos, el backup se convierte en algo de vital importancia.
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