La programación funcional era, o incluso sigue siendo, una gran desconocida para gran parte del…
La semana pasada arrancó en San Francisco la World Wide Developers Conference 2016, una de las fechas clave en la agenda TIC. En este evento, Apple y sus socios tecnológicos nos han mostrado qué nos depara el futuro inmediato en el convulso mercado tecnológico.
Google I/O y WWDC de Apple: es tiempo de congresos
La línea de innovación de Apple está clara: convivencia y aprendizaje. Todos los sistemas operativos de los dispositivos Apple se actualizarán para, en primer lugar, convivir entre ellos formando un ecosistema muy prometedor. También se aprecia una clara incorporación en todos ellos del deep learning del propio usuario y su entorno, para mejorar así la interacción persona-máquina. De hecho, parece que quiere posicionarse en competencia directa en el ámbito de la inteligencia artificial con Google, Facebook y Amazon.
Desgranamos a continuación todas las novedades.
Para empezar, declaran una mejora en el rendimiento hasta 7 veces superior a versiones anteriores. Esto, que puede parecer un argumento muy positivo desde el punto de vista del marketing, a los tecnólogos nos hace pensar que esa tasa de mejora, de ser cierta, denota una muy prematura puesta en el mercado de este dispositivo.
También hay unas renovadas apps enfocadas a la vida saludable y al ejercicio físico. Estsa aplicaciones recogen características, como la creación de grupos de amigos donde competir entre ellos, que parecen evocar a los campeones de este sector como por ejemplo Fitbit.
Otro aspecto común a todos los nuevos OS de Apple es la integración de Apple Pay. Se trata de un sistema de monedero virtual donde alojar nuestras tarjetas y efectuar pagos tanto en comercios físicos como digitales.
Además de los consabidos cambios estéticos, acertados a nuestro parecer, se han adaptado nuevos controles similares a los de iOS que mejoran la eficiencia del reloj inteligente.
tvOS, por su parte, promete promover el uso diario del Apple TV. Recibe gran cantidad de nuevas aplicaciones y mejoras en su catálogo de contenidos pero, especialmente, nos quedamos con dos nuevas funciones: el uso del iPhone como mando a distancia y, sobre todo, el uso de Siri para aplicaciones de terceros. Esto último lo podremos desarrollar más detenidamente desde la perspectiva de iOS y macOS, ya que es una de las actualizaciones comunes para todos los OS.
Parece que la integración de Apple también afecta a la nomenclatura: el nuevo sistema operativo para ordenadores Mac, que debería llamarse OS X 10.12 Sierra, ha sido rebautizado como macOS Sierra. Detrás de este nuevo nombre se esconden el mayor número de novedades de esta conferencia.
Otra de las muestras de la integración entre los dispositivos de Apple nos permitirá alejarnos de las contraseñas en el día a día, ya que podremos iniciar sesión y desbloquear nuestro Mac sólo con acercar el Apple Watch. De un modo muy similar funciona también Apple Pay en Mac, pero en esta ocasión, haciendo uso del iPhone.
Los desarrolladores de macOS parecen haber escuchado nuestras plegarias y han dotado a Sierra de un portapapeles universal o universal clipboard. ¿Qué significa esto? Que mediante iCloud podremos utilizar en cualquiera de nuestros dispositivos cualquier elemento que hayamos copiado en otro. Por ejemplo: copiar un texto en el MacBook y pegarlo en el iPhone, al instante. Desde luego no suena nada mal.
Y para concluir este bloque dedicado a macOS, tenemos la novedad más esperada de esta conferencia: Siri en Mac. Una nueva Siri, con una inteligencia muy mejorada, haciendo uso de las capacidades del magnífico sistema de indexación y búsquedas Spotlight promete acompañarnos la utilicemos en dispositivo que la utilicemos.
Como no podía ser de otra manera, iOS 10 era el plato fuerte de esta conferencia pero que, salvo excepciones, deja un sabor de boca muy Android.
Empecemos con los puntos fuertes. Repitiendo posición desde macOS tenemos, de nuevo, a Siri. Como ya hemos dicho, Siri ha sido mejorada en sus capacidades de deep learning pero, lo que más atractivo resulta de su integración en iOS 10, es su apertura a terceros. Ahora, los desarrolladores de apps para iOS podrán hacer uso de Siri como si de un recurso más del teléfono se tratara gracias a los nuevos kit de desarrollo (SDK). Se espera la misma aceptación, o incluso mayor, en macOS gracias a las mayores capacidades de los sistemas de escritorio.
Siguiendo con la apertura a terceros, otra de las tónicas habituales de los renovados OS de Apple, nos encontramos con la app de llamadas. Sí, el teléfono tradicional, ahora será accesible mediante una API a cualquier desarrollador. A corto plazo, esto nos da capacidades de, por ejemplo, reconocimiento inteligente de llamadas, filtros antispam, etc. El primer uso “corporativo” de estas capacidades no se ha hecho esperar, y esto entusiasmará a nuestros lectores: usando soluciones de telefonía IP Cisco, se puede transferir la llamada en caliente a nuestro iPhone. Todo de manera nativa. Merece especial mención a las capacidades corporativas añadidas de esta “app” la transcripción de mensajes del buzón de voz, muy útil en el caso de no poder atender una llamada en el contexto de, por ejemplo, una reunión o sala de cine.
Parece que a raíz de sus más y sus menos con el FBI, la seguridad de los iPhone se ha convertido en un aspecto clave. Así pues se ha decidido incorporar una capa extra de seguridad donde, entre otros, se practica algo similar a lo que en el sector de la seguridad lógica se conoce como data leak prevention: si sale del dispositivo algún dato con un formato sensible, por ejemplo, algo que pudiera asemejarse a un número de tarjeta de crédito de forma no segura, el propio dispositivo lo detendrá.
Ahora empecemos con la parte menos original de las novedades de iOS 10. Y es que es innegable que del mismo modo que muchos sistemas operativos para ordenadores se han nutrido de las características, especialmente estéticas, de OS X durante muchos años, es ahora Apple quien bebe de funcionalidades de Android. Y esto no es en absoluto negativo, de hecho es imprescindible, pero confiamos en que sirva como revulsivo para que el equipo responsable de iOS y Apple vuelva a la cabeza de la innovación.
La aplicación para gestionar nuestras fotos se actualiza para recibir mejoras en el reconocimiento de caras, objetos y lugares. También hace gala de estas capacidades de deep learning para crear nuevos álbumes automáticamente en función de fechas o lugares. Todo esto está muy bien si no hiciera ya tiempo que Android lo incorpora.
Maps también se ha actualizado, cosa muy necesaria, además de para mejorar sus funcionalidades básicas, lo hace para presentar sugerencias proactivas al usuario. La gestión de rutas en coche teniendo en cuenta el tráfico en tiempo real es otra de las características más esperadas, pero parte con varios años de desventaja respecto a Google Maps y su adquisición del afamado GPS social Waze. El punto positivo de Maps es, de nuevo, su apertura a desarrolladores externos, y se habla del muy buen ejemplo de trazar rutas con Uber desde su propia app con Maps.
En el apartado de cambios estéticos y funciones básicas nos encontramos con News, un agregador de noticias con capacidades de suscripción: Music, el reproductor de música de iOS, y Messages, el servicio de mensajería instantánea. Este último es el que más beneficiado se ha visto, mejorando su teclado enormemente gracias a la predicción basada, de nuevo, en el uso intensivo de Apple del deep learning y a la apertura también de su uso a desarrollos externos.
Por último, en lo relativo a iOS, llegamos a una de las partes favoritas de este blog: El internet de las cosas. Apple apuesta por un hogar conectado con un proyecto denominado HomeKit que ya presentó hace dos años, pero que es ahora cuando parece haber alcanzado la madurez suficiente como para ser una alternativa seria en el sector de la domótica.
HomeKit definía una serie de protocolos por los cuales los diferentes aparatos inteligentes del hogar, como podrían ser luces, termostatos o electrodomésticos debían comunicarse entre sí. Ahora, con esta actualización de Home, tenemos en todos nuestros dispositivos iOS una misma base de datos sólida con la que interactuar con ellos y con la que Apple espera empezar a incorporar a nuevos fabricantes.
En este caso, los dispositivos son contactados directamente desde nuestro iPhone o iPad por Wifi o Bluetooth de bajo consumo en caso de estar físicamente dentro del domicilio. En caso de estar fuera de casa, el Apple TV ejerce de proxy hacia Internet, todo con su respectivo cifrado de extremo a extremo.
Ya en el ámbito del desarrollo más puro, también hemos podido ver la versión 3.0 de Swift, la apuesta de Apple por un lenguaje de programación enfocado principalmente al desarrollo de aplicaciones para macOS e iOS. Esta nueva actualización es especialmente trascendente ya que se trata de la primera gran actualización que tiene lugar desde que Swift fuera liberado como código libre y ha contado con una grandísima aportación de la comunidad.
Fuera de la keynote oficial de Apple, merece especial atención la estrecha colaboración de IBM con Swift. Desde su lanzamiento, IBM creó el equipo Swift@IBM, que hace unos meses desveló lo que ellos llaman Swift on the Server. Se trata, ni más ni menos, de un framework para Swift, con especial atención a la concurrencia, websockets y APIs llamado Kitura, y fue mostrado en la WWDC 2016 haciéndolo coincidir con la presentación de Swift 3.0.
Swift on the Server cobra especial interés por varios motivos: como ya anunciamos en el post acerca de la Programación sin orientar, el momento actual sobre el desarrollo backend es muy cambiante, con antiguos protagonistas resistiéndose a dejar la escena y nuevos participantes luchando por hacerse un hueco en ella. En este contexto, no es difícil pensar que utilizar un mismo lenguaje para front-end y back-end facilitaría la adopción sobre todo a equipos pequeños y desarrolladores full-stack. Y así lo hizo Node.js usando JavaScript tanto para el cliente como para el servidor. Ha tenido gran aceptación, pero existen críticas para todos los gustos, especialmente en grandes sistemas y en su mantenimiento posterior.
Continuado con el caso de usar JavaScript para todo el conjunto, si el front-end resulta ser una aplicación móvil, a día de hoy, JavaScript ofrece buenas opciones, pero las más operacionales están basadas en webviews, es decir, representaciones de código web, lo que supone cierto detrimento de rendimiento en los casos más exigentes. La opción de generar código nativo desde JavaScript existe y avanza a buen ritmo, pero todavía necesita más madurez.
Es por esto que la opción de desarrollar en Swift en ambos lados resulta más que atractiva, máxime cuando según la última encuesta de Stack Overflow deja a Swift como el lenguaje más querido, que no el más usando ni mucho menos, entre sus desarrolladores.
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